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Alcalá y la Literatura |
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Barroco
[...] Alcalá de Henares, me detuve ocho días, por parecerme un lugar el más gracioso y apacible de cuantos había visto después que de Italia salí. Si la codicia de la Corte no me tuviera puestas en los pies alas, bien creo que allí me quedara, gozando de aquella fresquísima ribera, de su mucha y buena provisión, de tantos agudísimos ingenios y otros muchos entretenimientos. Empero, como Madrid era patria común y tierra larga, parecióme no dejar un mar por el arroyo. [...] ¿Quién, dónde o cómo se hace hoy en el mundo como en las escuelas de Alcalá?¿Dónde tan floridos ingenios en artes, medicina y teología? ¿Dónde los ejercicios de aquellos colegios teólogo y trilingüe, de donde cada día salen tantos y tan buenos estudiantes? ¿Dónde se hallan un semejante concurrir en las artes los estudiantes, que, siendo amigos y hermanos, como si fuesen fronteros, están siempre los unos contra los otros en el ejercicio de las letras? ¿Dónde tantos y tan buenos amigos? ¿Dónde tan buen trato, tanta disciplina en la múscia, en las armas, en danzar, correr, saltar y tirar la barra, haciendo los ingenios hábiles y los cuerpos ágiles? ¿Dónde concurren juntas tantas cosas buenas con clemencia de cielo y provisión de suelo? Y sobre todo una tal iglesia catedral, que se puede justamente llamar Fénix en el mundo, por los ingenios della. ¡Oh madre Alcalá!, ¿qué diré de ti, que satisfaga, o cómo para no agraviarte callaré, que no puedo? Lope de Vega (1562-1635) estudió en la Universidad de Alcalá y fue, como Cervantes, hombre de armas, en su caso en la Armada Invencible. Dramaturgo prolífico, dijo haber escrito 1500 piezas teatrales, pero se conservan 426 atribuidas, de las que sólo 314 son seguras. Una de ellas es San Diego de Alcalá: Henares, lastimado de que dentro Tirso de Molina (1579-1648) estudió en Alcalá de Henares. Fue uno de los grandes dramaturgos del Siglo de Oro, que se adhirió plenamente a la nueva técnica teatral impuesta por Lope de Vega, a quien admiró y consideró su maestro. Escribió más de 400 comedias, la más conocida El burlador de Sevilla, primer drama que trata el mito de don Juan. Su obra fue redescubierta en el Romanticismo. Francisco de Quevedo (1580-1645) estudió en Alcalá. La anécdota más famosa de su paso por la ciudad se refiere a la vida de estudiante. En aquella época eran frecuentes las peleas y las aventuras picarescas entre los estudiantes, que no respetaban siempre la clausura a la que obligaban las Constituciones; algunos no eran demasiado asiduos a las aulas y excesivamente bulliciosos fuera de ellas. Los que vivían en colegios menores o en el Mayor de San Ildefonso estaban sujetos a clausura, y sólo podían salir del mismo sin compañía cuando iban a clase, pero a menudo se escapaban para divertirse. Una noche se descolgaba Quevedo por una ventana cuando fue descubierto por la ronda: sus compañeros comenzaron a balancearlo mientras la ronda preguntaba la identidad del prófugo, y él respondió: El Señor don Francisco de Quevedo que ni sube ni baja ni está quedo. De su heterogénea obra, es en la Vida del Buscón llamado Pablos donde aparece numerosas veces citada Alcalá de Henares, puesto que parte de la acción transcurre en su Universidad. Así por ejemplo, en el Capítulo V del Libro primero el pícaro Pablos se lamenta de que [...] Casi era peor lo que había pasado en Alcalá en un día que todo lo que me sucedió con [el dómine] Cabra. De Diego de Soto apenas se conocen más datos que su lugar de nacimiento, Horche (Guadalajara), y que publicó el poema en cuatro cantos y octavas reales Relación de las fiestas que la villa de Alcalá [...] hizo al Santísimo Sacramento [...] año de 1625. Pedro Calderón de la Barca (1600-1681), discípulo aventajado de Lope de Vega, estudió en Alcalá, donde adquirió una profunda formación teológica. Autor de una obra extensa, no tanto como la de Lope, pero de mayor calidad, quizá el título más conocido sea el drama filosófico La vida es sueño. Juan Ruiz de Alarcón (1581-1639) criollo nacido en México, estudió en Salamanca y desde 1613 vive definitivamente en la Península. Escribió poco en comparación a Lope o Calderón. Su obra maestra es La verdad sospechosa. Pero es en Las paredes oyen en la que aparece Alcalá:
Alonso de Alcalá y Herrera (1599-1682) aunque nació en Lisboa, vivió y murió en Alcalá de Henares. Hay cierta confusión con su homónimo Alonso de Alcalá, judío converso que en 1520 revisó el texto hebreo y caldeo de la Políglota Complutense. La multitud de plagios y falsas ediciones de sus obras, que tuvieron gran éxito, complica más las cosas. Hay problemas con la fecha de publicación del Jardín, que en algún lugar aparece como Granada 1586. Nombre y apellido también presentan variaciones: Alfonso / Alonso; Alcalá y Henares / Alcalá y Herrera. Profesión: médico / abogado / comerciante. Publicó originales poesías -como Jardín anagramático- y cinco novelas lipogramáticas (en cada una excluye una letra vocal: en la primera no hay ninguna A, en la segunda ninguna E, etc.). Para evitar dudas, éstas son sus obras: Varios effectos de Amor en cinco Novellas exemplares, y nuevo artificio de escrivir prosas y versos sin una de las cinco letras vocales, Lisboa, 1640. Jardim Anagramatico de Divinas Flores Lusitanas, Hespanholas e Latinas, Lisboa, 1654. Incluye 683 anagramas en prosa y verso y 6 himnos cronológicos. Novo modo, curioso, tratado e artifício de escrever assim ao divino como ao humano com uma vogal somente, excluindo quatro vogais, Lisboa, 1679, partes I y II. Contiene 12 décimas, 5 en español y 7 en portugués. Juan Pérez de Montalbán (1602-1638) se doctoró en Alcalá. Gran amigo y discípulo de Lope de Vega, como él se ordenó sacerdote. Fue acérrimo enemigo de Quevedo, quien le dedicó una sátira. Murió joven y loco, dejando sin embargo numerosas obras de diversos géneros, algunas de gran éxito, como El hijo del Serafín San Pedro de Alcántara, La monja alférez y Sucesos y prodigios de amor. Gabriel Bocángel (1603-1658) fue poeta y dramaturgo. Como poeta, escribió mucho y variado, y está considerado uno de los grandes poetas barrocos. Como dramaturgo, fue el primero en introducir música en el drama, siendo así el precursor lejano de las zarzuelas. Estudió en Alcalá de Henares y después tuvo puestos importantes: bibliotecario del Infante y Cardenal Don Fernando, contador y cronista del Rey, etc. Cristóbal Lozano (1609-1667) estudió en Alcalá de Henares, donde estuvo enamorado de cierta dama de la que únicamente se conoce el nombre, doña Serafina, y en recuerdo de aquellos amores escribió su obra Las Serafinas. Más tarde, se ordenó sacerdote. Viajó mucho y entre sus amistades se contaron Calderón y Pérez de Montalbán. Dejó una estimable producción literaria, destacando en la novela corta con Soledades de la vida y desengaños del mundo. Inspiró a Espronceda y a Zorrilla. Antonio de Solís y Rivadeneyra (1610-86) nació en Alcalá de Henares. Secretario real de Felipe IV y luego de Carlos II, sacerdote, cronista de Indias. Escribió poesía, pero destacó más como historiador y comediógrafo seguidor de la escuela de Calderón. Algunas comedias: El alcázar secreto, La gitanilla de Madrid, El amor al uso. Agustín Moreto (1618-1669) estudió en Alcalá, donde se licenció en 1639. Dramaturgo de la escuela de Calderón, utiliza la ciudad para la escenificación de El valiente justiciero. Más importantes son El lindo don Diego y El desdén con el desdén, entre su abundante obra. |
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