Predicador del siglo XVI y patrono del clero secular. Nació en 1499 en Almodóvar del Campo (Ciudad Real). A los catorce años ingresó en la Universidad de Salamanca. Tras cursar allí estudios de Leyes durante tres años, marchó a Alcalá, donde comenzó a estudiar Artes, siendo maestro suyo Fray Domingo de Soto. Cuando tenía treinta años se ordenó sacerdote y estaba preparado para viajar a la diócesis de Tlaxcala, en México. Sin embargo, poco antes de embarcar para el Nuevo Mundo, el obispo de Sevilla le animó a permanecer en España para impulsar las misiones populares en Andalucía. A comienzos de la década de los treinta, el santo, protegido del inquisidor general Manrique, fue perseguido por la Inquisición de Sevilla, sospechoso de iluminismo, aunque finalmente quedó absuelto. Destacó, ya en su tiempo, por la calidad de su doctrina teológica y la sabiduría de sus consejos como guía espiritual, en unas circunstancias en las que la Iglesia y la sociedad del siglo XVI necesitaban guías experimentados que las renovaran. Fue conocido como "el apóstol de Andalucía". Fue consejero de san Ignacio de Loyola, san Pedro de Alcántara, san Francisco de Borja y santa Teresa de Jesús entre otros. Dejó numerosos escritos espirituales y comentarios a la Sagrada Escritura. Con frecuencia se le llama "el maestro Juan de Ávila" por la riqueza del lenguaje de sus escritos. Entre sus obras se encuentran Avisos y reglas cristianas para los que dessean servir a Dios aprovechando en el camino espiritual. Compuestas por el Maestro Avila sobre aquel verso de David: Audi filia et vide et inclina aurem tuam (Alcalá, 1556), Colección de Sermones inéditos y Epistolario Espiritual. Falleció en Montilla, Córdoba, en 1569. Fue beatificado por León XIII en 1894 y canonizado en 1970 por Pablo VI. En el año 1946 Pío XII le declaró patrono del clero secular español. Su fiesta se celebra el 8 de marzo.