Religioso jesuita, compañero de san Ignacio de Loyola y teólogo pontificio en el Concilio de Trento. Nació en Toledo el año 1515. Estudió en Alcalá de Henares y París, ciudad donde conoció a san Ignacio, al que se unió para convertirse en uno de los primeros jesuitas. A los veintiséis años, el Papa Paulo III le envió a Irlanda como nuncio de la Iglesia católica, y luego fue responsable de diversas misiones en Francia, Alemania, Polonia y Flandes. Intervino como teólogo en el Concilio de Trento junto a otros destacados jesuitas. Fue nombrado provincial de Nápoles hasta 1576 y, a partir de esta fecha, se dedicó a ordenar y completar su obra escrita, que consta de dieciséis volúmenes. Entre su producción cabe destacar el Comentario a la aparición del Señor a los discípulos que iban camino de Emaús (Lc 24,13-35), (Colonia, 1602). Falleció en Nápoles en 1585.