Religioso jesuita español, compañero de san Ignacio de Loyola y sucesor suyo como general de la Compañía de Jesús, fue uno de los teólogos más influyentes en el Concilio de Trento. Nacido en Almazán (Soria) en 1512, estudió filosofía en la Universidad de Alcalá de Henares y teología en la de París, donde conoció a san Ignacio. Hizo los votos junto con él en la iglesia de Montmartre en 1534 y fue ordenado, en 1537, en Roma. En 1545 fue enviado como teólogo pontificio al Concilio de Trento, participando en sus sesiones hasta su conclusión. Fue enviado por el Papa Pío IV a Francia para participar en el Coloquio de Poissy, 1561. Fue propuesto para Papa pero rechazó el cargo. Hombre inteligente, Laínez publicó varios trabajos, entre los cuales, el más importante es Disputationes Tridentinae. A partir de 1556 sucedió a san Ignacio como general de la Compañía, al frente de la cual, en Roma, permaneció hasta su muerte en 1565.