Ilustración y Neoclasicismo

Francisco Manuel de la Huerta y Vega (1697-1752) nació y estudió en Alcalá. Cronista general, es autor de los Anales del Reino de Galicia y de España primitiva.
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A Diego de Torres Villarroel (1693-1770) se le atribuye un folleto en verso en el que atacó con dureza a la ciudad de Alcalá de Henares y a sus habitantes, que fue contestado por un autor anónimo en la Respuesta a la descripción de el Compluto, que con capa de corrección, dictó a la majadería de un desocupado Ingenio [...] (impresa en Alcalá, 1728). Torres Villarroel escribió su Vida, que se publicó en seis trozos (una de las primeras novelas por entregas) y está emparentada con la novela picaresca, además de otras obras de múltiples temas.
Por error tuvo una calle a su nombre en la ciudad, que en realidad era de Diego de Torres de la Caballería, personaje que consiguió para Alcalá el título de ciudad en 1687.
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Diego Tadeo González (1731-1794) prior de los Agustinos y poeta perteneciente a la segunda escuela salmantina formada por poetas que, como Cadalso, coinciden en algún momento en esa ciudad. Bajo el pseudónimo de Delio escribe:

Llanto de Delio y Profecía de Manzanares, Égloga
Pero la muerte fría
te ocupará, y tu canto
con verso más ameno
proseguirá Liseno,
a quien oye Compluto con espanto,
y tal vez el Henares
alzó el pecho atendiendo a sus cantares.
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Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811) fue el paradigma de la Ilustración española. Estudió en Alcalá de Henares, graduándose en Cánones en 1764. Cultivó casi todos los géneros literarios. En poesía destacan sus sátiras y epístolas, por ejemplo A Ernesto o Entretenimientos juveniles. Como dramaturgo podemos citar El Delincuente Honrado y Pelayo.
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León de Arroyal (1755-1813) poeta liberal valenciano, cita a Alcalá en su

Epigrama nº 88:
Mirando de Compluto a la campaña
este arco se erigió, para memoria
de la entrada de CARLOS y su gloria,
cuando se coronó por Rey de España.
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Leandro Fernández de Moratín (1760-1828), uno de los dramaturgos ilustrados más representativos de su siglo, situó la acción de El sí de las niñas en una posada de Alcalá de Henares sin un motivo concreto, como podría haberlo hecho en cualquier otro lugar.
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José Joaquín de Mora (1783-1864) poeta liberal defensor del Neoclasicismo, en su sátira contra los métodos de estudios que se siguen en las universidades de España no se olvida de la alcalaína:

Hablen sino las aulas de Compluto,
do retumba el sonoro Epicherema,
dando a las ciencias abundoso fruto.
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Manuel Bretón de los Herreros (1796-1873) fue autor de una extensa obra no muy conocida: artículos de crítica teatral y de costumbres, poemas de carácter satírico y burlesco, obras teatrales, etc. En sus Odas, la número XX, cita a Alcalá:

Mas hoy (y es desvergüenza tan de bulto,
Que pasarla no es lícito en silencio)
Cargos que honraran a varón adulto,
Lumbrera de Compluto o San Fulgencio,
Desdeña imberbe mozo porque culto
Rindió una vez, no a Esquilo y a Terencio,
Sino a Comella en verso baladí
O en fementida prosa a Bouchardy
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Romanticismo

José Zorrilla (1817-1893), el poeta y dramaturgo más representativo del Romanticismo español, en El molino de Guadalajara describe el castillo de Alcalá la Vieja en época de Pedro el Cruel. Y las calles de Alcalá ven anualmente representado el Don Juan Tenorio itinerante en la festividad de Todos los Santos.
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Francisco Navarro Villoslada (1818-1895) fue uno de los mejores escritores españoles de novela histórica. En Amaya o los vascos en el siglo VIII cita a Alcalá cuando rememora el comienzo de la Reconquista en España:

En Octubre del año 711, le dijo Ranimiro, y a los tres meses de haber derrotado a las huestes de Rodrigo, Tárik, caudillo de los musulmanes, tornaba a la imperial Toledo, cargado de laureles y despojos. Écija, Granada, Montesa, Compluto, habían caído también en su poder. Desde esta última ciudad atravesó la cordillera carpetana, saltó a los campos góticos, llegó hasta Cantabria, y entró en Astorga y en Amaya. (Libro cuarto, Cap. I)
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Manuel Fernández y González (1821-1888) es otro cultivador en España de la novela de folletín y la histórica. Escribió unas doscientas novelas de poca calidad, una de ellas El rico-hombre de Alcalá, en la que el autor retoma el episodio del orgulloso don Tello, que recibe con poca hospitalidad a un visitante que resulta ser el rey Pedro el Cruel, tema ya tratado por Agustín Moreto en El valiente justiciero.
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Siglos XIX-XX

Marcelino Menéndez y Pelayo (1856-1912) cita a Alcalá en sus Estudios poéticos, en el

Himno de Prudencio en loor de los mártires de Zaragoza
Doble tributo, duplicada ofrenda
Lleve en sus manos la feliz Compluto:
De Justo y Pástor la inocente sangre,
Cándidos miembros.
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Miguel de Unamuno (1864-1936), filósofo y poeta, no muy amigo de Azaña -inicialmente al lado de los sublevados en el 36, meses después rompió con el franquismo-, pero sí de Alcalá, ciudad que visitó en repetidas ocasiones (nov. 1888, nov. 1889, mayo 1895, Semana Santa 1897) para visitar en el oratorio de San Felipe Neri al padre Juan José Lecanda , su confesor de juventud y con el que mantuvo una amistad durante toda la vida, a pesar de su ruptura con la religión católica.

En Alcalá es hoy todo tristeza, y si se fuera la guarnición quedaría desolado el cadáver terroso de la corte de Cisneros.
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Manuel Azaña (1880-1940) nació en Alcalá. Presidente de la II República (1936-1939), desempeñó también un papel relevante en la actividad intelectual de principios de siglo: novelista, dramaturgo, traductor, ensayista y periodista, consiguió el Premio Nacional de literatura en 1926. La ciudad de Alcalá aparece en muchas de sus obras, sobre todo en las novelas El jardín de los frailes y Fresdeval.

Yo soy alcalaíno de raza, alcalaíno por los cuatro costados. Yo tengo en mi casa una tradición de amor y servicios prestados a este pueblo, de lo cual me enorgullezco como de un vínculo espléndido. Yo he aprendido en las páginas de un libro, escrito por unas manos que para mí eran santas, cuanta magnificencia encierra la historia de esta ciudad.
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Eduardo Pascual y Cuéllar (n.1883) nació en Alcalá. Estudió medicina, pero no ejerció y se dedicó al cultivo de la literatura. Escribió poesía y teatro: Riesgos del azar, Aventuras balnearias, y Un novio de encargo son algunas de sus obras. También El 9 de octubre de 1390, muerte de D. Juan I en Alcalá de Henares, romance.
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Camilo José Cela (n. 1916) es una figura controvertida del panorama literario actual. Premio Nóbel de Literatura en 1989 y Premio Cervantes en 1995, merece sin duda un lugar destacado en la literatura española del S. XX. Autor de una extensa obra en todos los géneros, destacan La familia de Pascual Duarte (1942), Viaje a la Alcarria (1948), La colmena (1951), Oficio de tinieblas 5 (1973) como títulos fundamentales en la narrativa de posguerra.

En el Viaje a la Alcarria el Viajero nos cuenta:
Por Alcalá de Henares pasa el tren a las tapias del cementerio. Sobre el río flota como siempre una tenue neblina. En Alcalá de Henares se apea mucha gente: los pescadores que no se echaron abajo en San Fernando, los soldados de caballería, las gruesas, tremendas y bigotudas mujeres de las cestas.

Y, bastantes años después, en Nuevo Viaje a la Alcarria:
Vuelven a aparecer las colmenas de casas y, de repente, se presenta Alcalá de Henares, la literaria y vetusta Alcalá de Henares que, en la parte que se enseña, parece un suburbio de Los Ángeles de California. El centro de la ciudad es ya otra cosa, con su Puerta de Madrid, con sus iglesias y cuarteles, con sus murallas, sus viejos edificios, su Universidad, sus escudos heráldicos, sus soportales, su quiosco de la música y su Círculo de Contribuyentes.
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Rafael Sánchez Ferlosio (n. 1927) es uno de los escritores del "medio siglo" de mayor influencia, pese a lo limitado y discontinuo de su producción. Destacan Industrias y andanzas de Alfanhuí (1951) de lejano timbre picaresco, y El Jarama (1956), novela dialogada considerada como el punto de partida de la "novela social". En ella cita a Alcalá:

-Pero por esta parte no tenemos más que las almendras garrapiñadas en Alcalá de Henares.
- Claro, por Dios, las almendras. ¡Anda y que no son famosas!
- Esas tiene usía".
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