Bartolomé Carranza
(1503-1576)

Prelado, teólogo y religioso dominico nacido en Miranda de Arga (Navarra) en el seno de una familia noble. Recibió sus primeros estudios en Alcalá de Henares, y en 1520 entró en el convento dominico de Benalaque (Guadalajara). Continuó con sus estudios de filosofía y teología en la Universidad de Salamanca y a partir de 1534 será profesor de teología en la Universidad de San Gregorio de Valladolid. Pronto se convirtió en censor de la Inquisición por su reputación como teólogo. Representó a su orden en el Capítulo General de Dominicos celebrado en Roma en 1539. Enviado por el emperador Carlos V al Concilio de Trento en 1545, defendió la necesidad de reformar la disciplina de la Iglesia católica, prohibiendo la acumulación de beneficios eclesiásticos y obligando a los obispos a residir en sus diócesis. Regresó a España en 1547 y, en 1551, cuando el Papa Julio III reabrió de nuevo el Concilio, Carranza volvió a Trento para participar en las deliberaciones, estando de vuelta en España en 1552. Estuvo al lado de Felipe II en Inglaterra y, posteriormente, en Flandes, entre 1554 y 1557, año en que fue designado arzobispo de Toledo por el Papa Pablo IV a instancias del monarca. En 1558 recibió la consagración episcopal en Bruselas por el cardenal Granvella y publicó  Comentarios sobre el catecismo cristiano, siendo acusado de herejía. Tras muchos años de proceso, en el que su defensa corrió a cargo de Martín de Azpilcueta, fue declarado inocente, pero resultó condenado a abjurar de parte de su obra y fue suspendido de sus funciones. Falleció en un convento de Roma en que se hallaba recluido. Aparte de la obra antes citada, Carranza fue autor también de Summa Conciliorum et Pontificum (1546) y de Controversia de necessaria personali praesentia episcoporum (1547).