Juan Caramuel y Lobkowitz
(1606-1682)

Científico y filósofo español que destacó por sus trabajos matemáticos y astronómicos. Se le considera el Leibniz español del siglo XVII. Nacido en Madrid, estudió artes y filosofía en la Universidad de Alcalá y teología en la Universidad de Salamanca. En 1625 entró en el monasterio real de La Espina (Medina de Rioseco) y tomó el hábito cisterciense. Enseñará teología en monasterios de su orden en Alcalá, Palazuelos y Salamanca, y viajó a Portugal. A partir de 1632 Caramuel se trasladó a los Países Bajos, realizando, en 1638, el doctorado en Teología en la Universidad Católica de Lovaina, ciudad en que desplegó una intensa actividad científica y política, defendiendo los intereses de la Corona española. En esta ciudad, en la que realizó la mayor parte de su trabajo científico, permaneció hasta 1647, año en que viajó a Praga. Allí residió diez años para después trasladarse a Roma, donde permaneció el resto de su vida bajo la protección del Papa Alejandro VII, quien lo nombró obispo de Nápoles y de Vigevano. Como buen exponente de la Edad Moderna, Caramuel cultivó todas las áreas del saber de su tiempo. Mantuvo relación epistolar con grandes sabios europeos coetáneos suyos: Descartes, Mersenne, Wendelino, Rheita, Kircher, Gassendi, Marci, Chigi (luego Alejandro VII), Tomás Compton, Bona-Spes, Diana, Passerino, Mendo, Gaspar Jongelincx, Conde Martinitz, Juan Hodierna, Hevelio, Tomás Cornelio, Luis de Bolea, Juan d'Espiers y otros. Su rebeldía a toda servidumbre de escuela o argumento de autoridad, así como su invocación constante de la experiencia para dirimir las disputas teóricas hacen de él el caudillo de los novatores españoles del siglo siguiente. Para la historia de las matemáticas, Caramuel está considerado como el fundador de las matemáticas binarias, y en el campo de la arquitectura, como el inventor de un nuevo método matemático Architectura obliqua. En 1670 publicó un trabajo en el que explicaba el principio general de los números en base n, destacando las ventajas de utilizar bases distintas de la base 10. Propuso un método nuevo para trazar ángulos y desarrolló un sistema de logaritmos en base 109 donde log 1010 = 0 y log 1 = 0. Otra de sus aportaciones científicas fue un método para determinar la longitud utilizando la posición de la Luna. Entre su producción filosófica se encuentran Apparatus philosophicus (1652), Philosophia rationalis (1651), Severa argumentandi methodus (1643), Philosophia (1648), Metalogica Disputationes (1665), Pandoxium Physico-Ethicum (1668), Mathesis biceps et nova (1670) y  Mathesis audax (1642). Gran conocedor de las lenguas hebrea y árabe, escribió una refutación del Corán, compuso también una gramática del chino. Su amor por la literatura le inspiró dos estudios lingüísticos sobre la métrica. Caramuel falleció en Vigevano en 1682.