Luis de Molina
(1535-1600)

Teólogo y religioso jesuita español, autor de una controvertida teoría, que la historiografía denominó "molinismo", que pretendía hacer compatibles la omnipotencia divina y la libertad del ser humano. Nacido en Cuenca de familia noble, en 1553 ingresó en la Compañía de Jesús en Alcalá de Henares. Marchó a Portugal, donde transcurrió buena parte de su vida, y cursó estudios filosóficos. Desde 1563 hasta 1567 fue profesor de filosofía en la Universidad de Coimbra y en 1568 pasó a la Universidad de Évora, donde enseñó teología hasta 1583. Falleció el 12 de octubre de 1600 en Madrid, ciudad a la que había acudido para impartir clases de moral en el Colegio Imperial. En su libro De iustitia et iure (Cuenca, 1593), Molina desarrolla una teoría general del Derecho prestando especial atención a los problemas jurídico-económicos de su tiempo. Son interesantes al respecto sus opiniones sobre la esclavitud. Molina considera que la esclavitud es justificable en ciertas circunstancias. Por ejemplo, los condenados a muerte pueden solicitar la conmutación de la pena por la esclavitud perpetua; los enemigos conquistados en una guerra justa pueden ser sometidos a esclavitud como compensación a las pérdidas de los vencedores; los adultos conscientes y libres pueden decidir venderse a sí mismos como esclavos. En cambio, su análisis del comercio de esclavos africanos, que pudo conocer directamente en el puerto de Lisboa, le lleva a la conclusión de que el tráfico de esclavos tal como estaba siendo llevado por los portugueses, era injusto y malvado, y aquellos que se dedicaran a dicho negocio, vendedores y compradores, estaban posiblemente destinados a la condenación eterna. El núcleo principal del pensamiento de Luis de Molina se encontraba expuesto en su principal obra, Concordia liberi arbitrii cum gratiae donis, divina praescientia, providentia, praedestinatione et reprobatione (Lisboa, 1588), que pronto generó una amplia polémica teológica. Tomando como referencia la Summa Theologiae de santo Tomás de Aquino, Molina intentó conciliar el libre albedrío humano con la gracia, la presciencia, la providencia, la predestinación y la reprobación divinas. Para Molina, el ser humano no está determinado por entero hacia el bien o hacia el mal, sino que puede ejercer su decisión libre para elegir uno u otro camino. Dios predetermina los actos humanos mediante su conocimiento absoluto en lo que se denomina "ciencia media". Es decir, Dios conoce lo que el hombre va a realizar porque sabe de antemano lo que va a hacer en todos los mundos posibles en los que ese individuo puede estar situado. Estas tesis recibieron numerosas críticas en tanto que otorgaban un amplio margen de acción a la libertad humana. De hecho, el "molinismo" se erigió en el centro de arduos debates sobre la omnipotencia de Dios durante el siglo XVII.