Fray Luis de León
(c.1527-1591)

Poeta renacentista español nacido en Belmonte (Cuenca). De familia rica e influyente, su padre, el abogado Lope de León, realiza varios viajes a Madrid y Valladolid a los que acompaña el pequeño Luis. Su madre, Inés de Varela, era hija de Juan de Varela, uno de los cien guardias de corps del rey. En 1542 su padre es nombrado oidor de la Cancillería de Granada y la familia decide la entrada de Luis en un colegio de Salamanca para cursar sus estudios. Fue monje de la Orden de los Agustinos, en la que ingresó en 1543. Se licenció en Teología en la Universidad de Salamanca y se dedicó a dar clases en un convento de Soria. De allí pasará a la Universidad de Alcalá, donde estudiará el hebreo, factor decisivo para sus posteriores estudios filológicos y su interpretación de los textos hebreos de la Biblia. En 1561 obtuvo la Cátedra de Teología y Filosofía de la universidad salmantina. Regentó su cátedra hasta 1565, fecha en la que logró la cátedra de Durando. Su sólida formación humanística, que incluye teología, retórica y un profundo conocimiento de las lenguas clásicas, es compatible con la atención a los modelos literarios en lengua vulgar. Fue un prestigioso hebraísta y traductor. Tradujo el Antiguo Testamento, así como textos clásicos griegos y romanos y obras de escritores italianos contemporáneos. Fue detenido por la Inquisición y encarcelado en los calabozos del Santo Oficio en Valladolid durante cuatro años (1572-1576) a causa de sus disputas teológicas con los líderes de la orden de los dominicos. La acusación se basó en que prefería el texto hebreo de la Biblia al latino de la Vulgata, que era el texto oficial de la Iglesia, y además en que había traducido al castellano, una lengua vulgar, el Cantar de los Cantares de Salomón. Tras ser absuelto regresa a Salamanca, donde seguirá enseñando en la universidad. En 1579 y 1582 volvió a tener problemas con la Inquisición. Poco a poco su Orden le conferirá cargos cada vez más importantes y se ocupará de la reforma de la Orden agustiniana. En 1591 es elegido Vicario General de Castilla y poco después Provincial, cargo que casi no llegó a disfrutar, pues la muerte le sorprendió once días más tarde, en una visita a Madrigal de las Altas Torres, Ávila. Sus restos fueron llevados al convento de San Agustín de Salamanca, destruido en el siglo XIX, pero hoy reposan en la capilla de la Universidad de Salamanca. La producción luisiana no es extensa, pero sí amplia y de variada temática. Aparte de las obras perdidas, abarca un reducido número de poemas originales en castellano, de gran calidad artística y de hondo contenido vital e ideológico; un poema latino, Te servante ratem, maxima virginum; diversas obras teológicas y exegéticas, también en latín; cuatro obras extensas en prosa; varios escritos breves y casi medio centenar de cartas. Se conservan veintitrés de sus poemas líricos, marcados todos ellos por el humanismo del autor y su profundo conocimiento de los clásicos y la Biblia. En 1631 se publicó su obra lírica y se encargó de hacerlo Francisco de Quevedo. Además de la edición de Quevedo, una docena de códices manuscritos, algunos de finales del siglo XVI, ofrecen textos no coincidentes, con numerosas variantes que pueden recoger interpolaciones ajenas o estados de redacción diferentes del propio autor. De estas obras destacan Vida retirada, una imitación del Beatus ille de Horacio, y las odas A Salinas y Noche Serena. Su primera obra en prosa fue la Exposición del Cantar de los Cantares, libro redactado entre los años 1561-62; De los nombres de Cristo apareció en Salamanca en 1583 y fue completada en 1585; la elaboró Fray Luis en su segundo período de encarcelamiento, y La perfecta casada (1583), obra que entra dentro de las características de la época y en la que describe las virtudes que deben acompañar a la mujer. La última obra en prosa conocida de Fray Luis de León es la Exposición del Libro de Job, publicada en 1779, cuya génesis tuvo lugar en la cárcel.