Arzobispo de Valencia conocido por su dedicación a los más pobres. Su familia era oriunda de Villanueva de los Infantes, pero se trasladó a Fuenllana, donde nació Tomás. Estudió en el desaparecido Convento de San Francisco y después en la Casa de los Estudios, antes de marchar en 1503 a la Universidad de Alcalá de Henares, donde terminó sus estudios. Se hizo Catedrático de Artes y dio clases de Filosofía y Metafísica en el Colegio de San Ildefonso de 1512 a 1516. Fue a la Universidad de Salamanca, que le había ofrecido la Cátedra de Moral, pero da sólo tres lecciones y deja la enseñanza para tomar el hábito agustino. En 1518 es ordenado sacerdote. Al año siguiente es nombrado prior del Convento de San Agustín de Salamanca. Cuando estalla la Rebelión de los Comuneros, en Salamanca, uno de los principales focos de insurrección con Maldonado a la cabeza, Santo Tomás defiende al rey y es enviado a Toledo para castigar a los partidarios de Padilla. Entre 1525 y 1543 ocupó varios cargos en la Orden: Prior de Burgos, Prior de Valladolid, de Salamanca... Desde ellos apoyó las expediciones de agustinos a América. El rey Carlos I le ofrece la sede arzobispal de Granada, que rechaza. Reforma la Orden restableciendo la observancia monástica. No pudo asistir al Concilio de Trento por motivos de salud, aunque siguió de cerca todo el proceso del mismo. En 1544 es nombrado Arzobispo de Valencia por el mismo monarca, que recibió sus consejos personalmente. Durante los años que vivió en Valencia lo hizo austeramente, atendió a los pobres y creó el Colegio de la Presentación, primer Seminario para la formación de sacerdotes. Murió en esta ciudad el 8 de septiembre de 1555. Fue beatificado en 1618 por el Papa Paulo IV y canonizado por Alejandro VII en 1658. Su fiesta se celebra el 23 de septiembre.