Pedro González de Mendoza (1570-1639) Hijo de los duques de Pastrana, nacido en Madrid en 1570, se llamaba en realidad Fernando de Silva y Mendoza, nombre que cambió en honor de su antepasado, el Gran Cardenal Mendoza, al hacerse franciscano. Ante la oferta del Papa Gregorio XIII de hacerle cardenal, le instaron a entrar en religión, pero Pedro escogió ingresar en la orden franciscana. Inicialmente fue menino del futuro Felipe III. Fue provincial y comisario general de su Orden, habiendo pasado con anterioridad por las aulas de la Universidad de Alcalá, siendo colegial del Menor de San Pedro y San Pablo. Gran protector del monasterio franciscano de La Salceda, en donde había profesado y fue prior. Mecenas y arquitecto aficionado, engrandeció la Colegiata de Pastrana, edificó el crucero del coro en la catedral de Granada, las casas arzobispales en Zaragoza, y reformó la catedral y edificó la fortaleza de Sigüenza. Fue un buen teólogo y defensor del Dogma de la Inmaculada Concepción de María. Al estar su madre, la princesa de Éboli, encarcelada y su hermano mayor en Flandes, se encargó de administrar los bienes familiares desde Pastrana. Pasó de obispo de Osma y Sigüenza a arzobispo de Granada (1610) y Zaragoza (1615). Entre otras obras escribió la Historia del Monte Celia (1616), acerca del Convento de La Salceda, Cartas Pastorales (1619), Inmaculatae Concepcionis y Canción a la Concepción de Nuestra Señora. |