Martín Terrer de Valenzuela
(1549-1631)

Natural de Daroca, Aragón, de familia noble y distinguida, nació en 1549. Estudió en Alcalá de Henares, ciudad donde, desde el 29 de mayo de 1576, fue Colegial del Mayor de San Ildefonso, Doctor de teología de su Universidad, además de Catedrático de filosofía y de hebreo. Andrés Santos, arzobispo de Zaragoza, le nombró Canónigo de Teruel, siendo Obispo de esta Diócesis y después de Zaragoza, donde fue también Examinador Sinodal y Calificador del Santo Oficio. El 13 de mayo de 1589 juró el oficio de Canciller, cargo que desempeñó hasta 1593, en que fue electo Obispo de Albarracín. Desde el año 1596 lo fue de Teruel, hasta 1614, en que entró a presidir en Tarazona, y finalmente en la Metropolitana de Zaragoza desde 18 de junio de 1630, ciudad ésta donde murió el 28 de noviembre de 1631. Estuvo vinculado al Consejo de Estado de Aragón, asistiendo a las Cortes de Tarazona de 1592, así como al Concilio provincial de Zaragoza de 1615. Fundó el Colegio de Teólogos de Aragón, bajo la invocación de San Martín y Santa Emerenciana, en Alcalá. En la Iglesia Colegial de Santa María de Daroca erigió y dotó una suntuosa capilla, la de la Anunciación, realizada entre 1604 y 1609, que más tarde eligió como lugar para ser enterrado; amplió y adornó la sacristía de la Catedral de Tarazona y su Palacio Episcopal, y costeó la sillería del coro de la Catedral de Teruel. Entre otras, publicó las obras, Constituciones Sinodales del Obispado de Teruel en la Sínodo (1612) y Constituciones del Insigne Colegio de Teólogos de Aragón, de la Universidad de Alcalá de Henares (Alcalá, 1740).