General español, hijo natural del emperador Carlos V y Bárbara Blomberg, nació el 24 de febrero de 1545 en Ratisbona. Carlos V encomendará su educación a don Luis Méndez de Quijada, mayordomo real, y a su esposa, Magdalena de Ulloa, portándose ambos como sus verdaderos padres. Durante estos años, don Juan fue llamado Jeromín. Será en 1559 cuando Felipe II reconozca el origen de Jeromín, cambiando su nombre por el de don Juan de Austria, creando una casa propia y otorgándole la Orden del Toisón. Don Juan inició sus estudios en Alcalá de Henares, en compañía de Alejandro Farnesio y el príncipe Carlos. Su destino, en un primer momento, sería iniciar la carrera eclesiástica, pero pronto demostró una mayor afición por las armas, intentando enrolarse en una armada destinada a tomar Malta. Este entusiasmo por lo militar motivará su nombramiento en 1568 como capitán general de los mares, iniciando así una brillante carrera al servicio de la política de su hermano, el rey Felipe II, quien no obstante le negó siempre el título de alteza y los honores de infante. Junto a Luis de Requesens y Zúñiga, don Juan participó en acciones contra los berberiscos, sometiendo a los moriscos de las Alpujarras sublevados en 1568. La victoria sobre la revuelta morisca de Granada será su primer gran éxito, lo que le permitió comandar la flota de la Liga Santa que vencerá a los turcos en Lepanto (1571). En 1575 fue enviado a Italia con el título de lugarteniente del rey, logrando pacificar Génova, y en 1576 fue nombrado gobernador general de los Países Bajos. Su participación en el conflicto será un éxito parcial ya que conseguirá el regreso de Flandes a la órbita española gracias a la firma con los Estados Generales del Edicto Perpetuo en 1577; sin embargo, no recibió los apoyos económicos y militares suficientes —su secretario Escobedo fue asesinado en Madrid por secuaces de Antonio Pérez cuando acudió a la capital para solicitar ayuda— por lo que don Juan asumió su fracaso. Falleció en el campamento de Namur el 1 de octubre de 1578. Tras él quedaban sus aspiraciones a un reino propio, habiendo pensado en Inglaterra tras su matrimonio con María Estuardo y una invasión del territorio británico. Todas sus ideas cayeron en saco roto, quizás por el temor de su hermano a un rival superior en simpatías populares.