Tras quedar demostrada la ubicación de la casa natal de Cervantes por documento encontrado por el investigador Luis Astrana Marín, el Ayuntamiento de Alcalá decidió en el año comprar la antigua vivienda para convertirla en Casa de Cervantes y Biblioteca y Museo Cervantino. Para las obras de restauración del edificio, ocupado entonces por seis familias, se optó por reconstruir el interior en su práctica totalidad para que recuperara la imagen de las viviendas de la época del nacimiento de Cervantes, en el año 1547. También la fachada fue edificada nuevamente y abierta al jardín que se habilitó en el solar que daba a la calle mayor.