Debido a la tradición universitaria y a que autores como Lope de Vega o Calderón fueron estudiantes en la ciudad, el teatro siempre tuvo tradición en Alcalá, y nunca dejaron de acudir diferentes compañías profesionales, aparte del teatro que se desarrollaba en la misma Universidad. Pero hasta que el carpintero Francisco Sánchez fue el encargado de edificar en el siglo XVII un Corral de Comedias en la Plaza Cervantes (que fuera plaza del mercado) Alcalá no contó con un lugar estable para las representaciones teatrales. En su última restauración, llevada a cabo por la Comunidad de Madrid, el antiguo Corral de Comedias se ha recuperado como sala teatral conservando las estructuras de las sucesivas remodelaciones de los años 1769, como coliseo, y 1831, como teatro romántico.