Salamanca

En Salamanca se editó, en 1492, la primera gramática de una lengua europea moderna. Antonio de Nebrija, que había sido catedrático de la Universidad, establece en su Gramática de la Lengua Castellana las primeras normas de uso del castellano y va más allá, con una crítica al abuso de los latinismos, muy frecuentes en el habla de la época. Con esta obra, el castellano se equipara a las lenguas clásicas, las únicas que hasta entonces disponían de manuales escritos con sus normas gramaticales, y fue un instrumento fundamental para la posterior expansión de la lengua castellana en el Nuevo Mundo.

La madurez y expansión del castellano continuó imparable en los siglo XIV y XV hasta consolidarse como una lengua importante, con fortaleza lingüística y una abundante obra literaria. A ello contribuyó la labor de la Universidad de Salamanca, donde han estudiado o impartido su saber (o ambas cosas) todos los mejores escritores de nuestra literatura: desde Fray Luis de León hasta San Juan de la Cruz, de Luis de Góngora a Miguel de Unamuno.

La Universidad de Salamanca, fundada por Alfonso IX en el año 1218, alcanzó gran prestigio durante el mandato de Alfonso X el Sabio. Casi ochocientos años después su fama continúa intacta, y mira al futuro sin perder de vista su trayectoria histórica como impulsora de la lengua castellana. Sus 40.000 estudiantes son testigos de ello.

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